
China ha reforzado sus restricciones a las exportaciones de tierras raras, un recurso clave en la industria tecnológica, como parte de su estrategia para aumentar su influencia global. Sin embargo, Taiwán, líder mundial en la producción de semiconductores, ha logrado evitar el impacto directo de estas medidas gracias a su independencia en la cadena de suministro de minerales críticos. Según el ministro de Economía de Taiwán, las nuevas restricciones chinas no tendrán un efecto significativo en su industria, ya que los materiales esenciales para la fabricación de chips provienen de Europa, Estados Unidos y Japón, y no de China.
Las tierras raras son fundamentales en la producción de tecnologías avanzadas, desde dispositivos electrónicos hasta vehículos eléctricos. China, que controla la mayor parte de la producción global de estos minerales, ha utilizado su dominio como una herramienta de presión geopolítica. La semana pasada, el gobierno chino expandió las restricciones a cinco minerales adicionales y estableció nuevos controles para productos que contengan incluso un 0.1% de materiales chinos, lo que exige licencias especiales para su exportación.
Aunque TSMC, el principal fabricante de chips de Taiwán y aliado clave de Occidente, no se verá afectado directamente por estas restricciones, el ministro de Economía taiwanés advirtió que podrían generar retrasos indirectos en las cadenas de suministro globales. Esto se debe a que algunos equipos avanzados, como los escáneres UV utilizados en la producción de chips, requieren imanes de tierras raras que podrían verse afectados por las nuevas regulaciones chinas.
Este conflicto forma parte de una guerra comercial y tecnológica entre China y Estados Unidos, que ha llevado a un aumento de las tensiones en los últimos años. En respuesta a las restricciones chinas, el gobierno de Donald Trump impuso aranceles del 100% sobre las importaciones chinas, intensificando el enfrentamiento. Se espera que Trump y Xi Jinping se reúnan en Corea del Sur a finales de octubre para abordar estos temas y buscar una solución negociada que evite un mayor deterioro en las relaciones comerciales globales.