El reloj de bolsillo de más de 14 quilates le perteneció a un hombre que fue importante en la historia de Nueva York.
El legado del Titanic, el icónico transatlántico que se hundió trágicamente en 1912, sigue resonando más de un siglo después. Este fin de semana, un objeto cargado de historia y tragedia marcó un hito en el mundo de las subastas: el reloj de bolsillo de oro de 14 quilates que una vez perteneció a John Jacob Astor IV, uno de los pasajeros más acaudalados que viajaba en el trasatlántico, fue vendido por casi $1,5 millones de dólares.
La casa de subastas Henry Aldridge and Son, en Wiltshire, Inglaterra, fue testigo de un evento que cautivó la atención del mundo. La puja por el reloj de oro comenzó el sábado 27 de abril, con una oferta inicial de $74,900. Sin embargo, el fervor por esta pieza histórica se tradujo en un precio final que superó todas las expectativas, acercándose a los $1,5 millones.
El valor de estos objetos va más allá de su composición material; se encuentran impregnados de la tragedia y la historia del Titanic, un evento que ha capturado la atención del mundo durante varias generaciones. Andrew Aldridge, de la casa subastadora, destacó la importancia de estos artefactos, no solo por su rareza, sino también por su conexión con la fascinante narrativa del Titanic.
Quién fue el dueño del reloj de oro que fue subastado y que viajaba en el Titanic
John Jacob Astor IV, quien falleció en el hundimiento del Titanic, no solo era conocido por su inmensa riqueza, sino también por su destacado linaje y sus contribuciones al desarrollo de Nueva York. Como magnate empresarial, promotor inmobiliario, inversor y escritor, Astor dejó un legado perdurable en la historia de Estados Unidos. Su trágica muerte, junto con su esposa Madeleine, ha sido tema de controversia y admiración a lo largo de los años.
El reloj de bolsillo, una pieza de 14 quilates de oro con las iniciales JJA grabadas, se convirtió en un símbolo de la valentía y el sacrificio de Astor en sus últimos momentos. Descubierto entre sus pertenencias cuando su cuerpo fue recuperado del Atlántico, el reloj ha pasado a través de generaciones, manteniendo viva la memoria de aquellos que perdieron la vida en el trágico naufragio.
La historia del reloj de Astor no terminó con su muerte. CBS News informó que fue heredado por su hijo, Vincent, y posteriormente pasó al hijo del secretario ejecutivo de su padre, William Dobbyn. Esta continuidad en la posesión del reloj agrega una capa adicional de profundidad a su historia, conectando las generaciones presentes con el legado perdurable del Titanic.
La subasta del reloj de oro de John Jacob Astor IV marca un hito en la historia de las subastas y subraya la eterna fascinación con la tragedia del Titanic y las historias individuales de aquellos que estuvieron a bordo. Otros objetos relacionados con esta tragedia, como fotografías y menús, han alcanzado cifras significativas en ventas recientes.
Por Montserrat Arqué