Desde octubre alrededor de un millón de viviendas que tienen alquiler estabilizado en NYC costarán más, debido al 3er aumento anual aprobado por la Junta de Directrices de Renta de la Ciudad (RGB).
La Junta de Directrices de Renta de la Ciudad de Nueva York (New York City Rent Guidelines Board, RGB) aprobó ayer aumentar los alquileres en los apartamentos que tienen renta estabilizada, lo que equivale a alrededor de un millón de viviendas.
Se aprobaron incrementos de 2.75% en arrendamientos de un año y 5.25% en los de dos años.
La decisión se aplica a apartamentos, lofts y hoteles con alquiler estabilizado, a partir del próximo 1 de octubre. El panel de nueve personas designadas por la Alcaldía votó 5 a 4 a favor del aumento, que será el 3er anual consecutivo, detalló Daily News.
La votación se llevó a cabo en Hunter College y el resultado no fue sorpresivo, mientras algunos manifestantes bloquearon la calle, lo que llevó a la policía a detener a entre 8 y 10 personas, reportó ABC News. El grupo incluyó a la asambleísta estatal hispana (D) Marcela Mitaynes.
El alcalde Eric Adams dijoque la Junta tuvo una tarea difícil: lograr un equilibrio entre proteger a los inquilinos de aumentos de alquiler inviables y garantizar que los propietarios puedan costear las reparaciones y el mantenimiento necesarios.
“Estamos agradecidos por la cuidadosa consideración de los datos por parte de la Junta y su decisión de limitar los aumentos este año”, dijo Adams. “Como hemos dicho desde el primer día, la única manera de reducir los alquileres en última instancia es construir más viviendas, y estamos utilizando todas las herramientas de nuestro conjunto para construir esas viviendas más rápidamente: reduciendo la burocracia, implementando las nuevas herramientas estatales por las que luchamos arduamente, financiando cantidades récord de viviendas asequibles y promoviendo la enmienda de zonificación ‘‘City of Yes for Housing Opportunity-DCP” que despejará el camino para construir un poco más de viviendas en toda la ciudad y en cada distrito”.
Si bien el aumento de 2.75% para los arrendamientos de un año fue inferior en comparación con las cifras propuestas (2-4%), el incremento del 5.25% para los alquileres de dos años representó una especie de término medio (4-6.5%).
La Asociación de Estabilización de Alquileres (RSA), que representa a los propietarios que poseen alrededor de un millón de apartamentos con alquiler estabilizado en NYC, dijo que los aumentos aún son demasiado bajos para mantenerse al día con los costos crecientes, como los de los seguros.
Tampoco los defensores de los arrendatarios quedaron satisfechos. “Aumentar los alquileres de los inquilinos que no pueden permitírselo no ayuda a los propietarios que están sufriendo; lo único que provoca es que los inquilinos sean desalojados”, afirmó el defensor público de la ciudad de Nueva York, Jumaane Williams.
La mitad de las familias en la ciudad de Nueva York carecen de ingresos suficientes para sobrevivir sin ayuda del gobierno, la familia o la comunidad, alertó en marzo pasado un informe de United Way y The Fund for the City of New York (FCNY).
Los altos costos no sólo están afectando a las familias, sino también a los solteros: otro estudio reciente de SmartAsset reveló que NYC es donde se necesita la mayor cantidad de dinero para vivir “cómodamente” como individuo: $66.62 dólares por hora o un salario anual de $138,570.
Nueva York es también una de las seis ciudades de Estados Unidos donde una familia debe ganar más de $300,000 dólares para criar “cómodamente” a dos hijos: $318,406 para ser exactos.
Pero los altos costos no garantizan bienestar en la “capital del mundo”: en otro sondeo reciente apenas 30% de los residentes calificaron positivamente la calidad de vida en NYC y sólo la mitad planea quedarse viviendo aquí durante los próximos años.
En diciembre el Censo confirmó que Nueva York fue el estado que más perdió población en mudanzas tras la pandemia. En 2022 Nueva York quedó con un curul menos en la Cámara Baja del Capitolio Nacional debido a esa disminución demográfica, que se venía manifestando antes de la pandemia y se aceleró desde entonces.
El Diario