Como demuestra un informe, el crecimiento del empleo es muy lento en sectores que antes de la pandemia solían emplear a indocumentados.
Las «radiografías» oficiales sobre la economía neoyorquina en el primer semestre de 2024 muestran una recuperación sostenida en industrias esenciales como la construcción, los restaurantes y el turismo. Estos sectores han sido tradicionalmente grandes empleadores de mano de obra migrante hispana.
Sin embargo, los indicadores que revelan una «mejor salud» empresarial en Nueva York no se traducen necesariamente en más oportunidades bien remuneradas para los migrantes, tanto recién llegados como de larga data, que buscan alcanzar el «sueño americano».
Un informe económico del Center for New York City Affairs destaca que «el crecimiento del empleo ha sido muy lento en sectores que antes de la pandemia empleaban con frecuencia a trabajadores sin papeles, como la construcción, el almacenamiento y el comercio minorista».
Este informe, que analiza el comportamiento del empleo en la ciudad, señala que la mayor parte del crecimiento laboral en los últimos cuatro años se ha concentrado en la atención médica y la asistencia social, con 102,300 nuevos empleos creados en los 18 meses previos a abril de 2024.
Después de la crisis sanitaria, se han recuperado o creado más de 4 millones de puestos de trabajo.
«A pesar de esto, las tasas de desempleo siguen siendo muy elevadas para muchos trabajadores negros y latinos en Nueva York, y las dificultades económicas se agravan, especialmente por el aumento de los costos de la vivienda», señala el estudio.
Un migrante ecuatoriano que lleva décadas trabajando en Nueva York, comentó sobre los cambios: «Antes se ganaba menos por hora, pero era más fácil conseguir un trabajo permanente en la construcción, empezando como ayudante, sin tantos requisitos. Ahora, con lo que ganas, apenas puedes vivir aquí y ya no puedes mandar dinero a tu país».
La crisis migratoria ha llevado a más personas a las calles de Nueva York, desesperadas por encontrar cualquier tipo de empleo. Este escenario se comparte con aquellos que perdieron sus trabajos durante la pandemia y aún no han podido recuperarlos.
«Honestamente, no veo grandes oportunidades laborales, más allá de algunos trabajos ocasionales o las aplicaciones de delivery. Con eso, nadie sale adelante en una ciudad tan cara como esta», expresó Sebastián Gil, un joven venezolano que lleva más de dos años viviendo en El Bronx.
Desde marzo de 2021, todos los trabajadores de la construcción en grandes proyectos deben completar al menos 40 horas de capacitación en seguridad, conocidas como el curso OSHA, lo que ha añadido una barrera más para quienes buscan empleo en la industria sin los documentos requeridos.
Durante los últimos años, la industria hotelera y de restaurantes ha experimentado una recuperación lenta, con más de 20,000 nuevos empleos, aunque aún no alcanzan los niveles previos a la pandemia.
El informe económico de The New School señala que sectores como los servicios, la construcción, el comercio minorista, los servicios administrativos, el transporte y el almacenamiento, que solían emplear a trabajadores indocumentados, han registrado un crecimiento laboral limitado o incluso pérdidas en el último año y medio.
Muchos trabajadores indocumentados que perdieron sus empleos en restaurantes durante la pandemia se volcaron al reparto de comida, utilizando bicicletas eléctricas o ciclomotores. Esta industria experimentó un rápido crecimiento en 2020 y 2021, y ha seguido expandiéndose incluso antes del aumento en la llegada de solicitantes de asilo en la primavera de 2022.
«Hay una nueva economía»
A pesar de la alta demanda de mano de obra en Nueva York, Hildalyn Colón, directora de la organización NICE (New Immigrants Community Empowerment), destaca que se está formando una «nueva economía» que requiere habilidades que antes no eran necesarias.
«Ya ni siquiera tener un permiso de trabajo garantiza un empleo de calidad, y eso lo aclaramos en nuestras reuniones de asesoría», explicó Colón.
Los migrantes están entrando en un submercado laboral que no paga ni el salario mínimo, especialmente en la construcción, donde se requieren calificaciones específicas en seguridad laboral, experiencia en nuevos equipos de precisión y cierta experticia tecnológica.
«Aunque muchos tienen habilidades en la construcción, nunca han tenido un currículum y no dominan las herramientas tecnológicas necesarias para entrar o permanecer en la industria», afirmó la activista.
Auge de la construcción, pero…
A pesar de la recuperación en la construcción, con más de 40,000 sitios activos en los cinco condados, los empleadores más grandes tienden a cumplir con la ley federal y exigen autorización de trabajo.
José M., un trabajador mexicano de la construcción y restaurantes, comentó que ahora es más difícil conseguir trabajo sin papeles, y se ha visto obligado a trabajar como repartidor de comida.
«Cuando llegué hace 15 años, era más fácil conseguir buen trabajo, pero ahora todo es complicado. Los pequeños contratistas quieren explotarte», lamentó.
«Más abusos»
Walter Sinche, de la Alianza Ecuatoriana Internacional, advierte que la recuperación post pandémica ha venido acompañada de un aumento en los robos salariales a trabajadores desesperados.
«Más que nuevos empleos, lo que vemos son más personas explotadas, trabajando en condiciones de riesgo para empleadores que se aprovechan de su vulnerabilidad», señaló Sinche.
Al cierre de julio de 2024:
- El empleo en el sector privado en Nueva York aumentó en 109,700 puestos, alcanzando los 4,186,400 empleos.
- Se crearon 97,500 nuevos empleos en servicios privados de educación y salud, y 23,500 en ocio y hotelería durante el mismo periodo.
- La tasa de desempleo ajustada estacionalmente se mantuvo en 5%, ligeramente por encima de junio y sin cambios respecto a julio de 2023.