El ministro de Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, ha declarado que permitir a Ucrania atacar objetivos militares dentro del territorio ruso sigue siendo una opción considerada por Francia. Esta postura se mantiene en el contexto de la entrega de misiles de largo alcance a Ucrania, con el objetivo de contrarrestar agresiones rusas desde su territorio. Barrot enfatizó que esta consideración no representa un cambio en la política francesa, sino una continuidad en su apoyo a la defensa ucraniana.
Francia ha suministrado a Ucrania misiles de largo alcance, como los SCALP, para fortalecer sus capacidades defensivas. Estos misiles permiten a Ucrania alcanzar objetivos estratégicos a mayor distancia, lo que podría incluir instalaciones militares rusas desde las cuales se lanzan ataques contra territorio ucraniano.
La entrega de estos misiles ha generado preocupación en Rusia, que ha advertido sobre posibles respuestas si Ucrania utiliza armamento occidental para atacar su territorio. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha señalado que cualquier uso de misiles de largo alcance contra Rusia podría interpretarse como una escalada significativa en el conflicto.
La comunidad internacional sigue de cerca estas dinámicas, ya que las decisiones sobre el suministro y uso de armamento avanzado tienen implicaciones directas en la evolución del conflicto y en la estabilidad regional.