
Cuando Bad Bunny bromeó en el Saturday Night Live que EE.UU. tenía «cuatro meses para aprender español» antes de su actuación en el Super Bowl LIX, probablemente no imaginaba que su comentario reavivaría un debate que lleva décadas en el país. Pero la congresista Marjorie Taylor Greene, una de las figuras más polémicas del Partido Republicano, no dejó pasar la oportunidad: relanzó su proyecto de ley para declarar el inglés como único idioma oficial, argumentando que era el «momento perfecto» para aprobarlo.
El proyecto, presentado en marzo de 2025, no elimina otros idiomas, pero exige que los aspirantes a la ciudadanía dominen el inglés para entender la Constitución. Sin embargo, el contexto político es clave: Greene vinculó el comentario de Bad Bunny —quien en 2024 evitó girar por EE.UU. por temor a redadas del ICE— con una supuesta «agenda de izquierda» para «imponer el español» en la cultura estadounidense. «La NFL debe dejar de tener actuaciones sexuales demoníacas durante sus espectáculos de medio tiempo», añadió en X, mezclando su cruzada lingüística con críticas a lo que considera «decadencia moral».
El Super Bowl, que se celebrará el 8 de febrero en Santa Clara, se ha convertido en un símbolo de esta división. Bad Bunny, el primer artista latino en actuar en solitario en el evento, es visto por muchos como un emblema de la diversidad, pero para sectores como el MAGA, su presencia es una «provocación». «No hay lugar seguro para personas que están ilegalmente en este país», había advertido días antes Corey Lewandowski, asesor de Seguridad Nacional, en un tono que refleja la tensión migratoria que subyace en el debate lingüístico.
La polémica no es nueva: EE.UU. nunca ha tenido un idioma oficial federal, y aunque el inglés es dominante, el español es el segundo idioma más hablado, con más de 42 millones de hablantes. Pero en un contexto de polarización extrema, hasta un chiste en el SNL puede convertirse en un pretexto político. Mientras Bad Bunny se prepara para hacer historia, el país discute, una vez más, qué significa ser estadounidense en un mundo cada vez más diverso.