El ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, llegó a Camboya el domingo para una visita oficial de tres días para reafirmar los lazos con el aliado más cercano de Beijing en el sureste asiático. Su visita es la última parada de una gira regional por tres países que incluyó Indonesia y Papúa Nueva Guinea.
La visita ocurre en medio de preocupaciones extranjeras sobre dos grandes proyectos financiados por China en Camboya —un canal planificado y una base naval— que, de acuerdo con los críticos, podrían ayudar a los intereses militares estratégicos de Beijing en el sureste asiático.
China es el aliado y benefactor más importante de Camboya, con una fuerte influencia en su economía. Esto es evidente por numerosos proyectos financiados por China, en particular infraestructura, incluyendo aeropuertos y carreteras, pero también proyectos privados como hoteles, casinos y desarrollo inmobiliario. Más del 40% de los 10.000 millones de dólares de deuda externa de Camboya se le deben a China.
Wang tiene programada una reunión por separado con el primer ministro Hun Manet y su padre, Hun Sen, que ahora funge como presidente del Senado después de haber sido jefe de gobierno de Camboya durante 38 años hasta su renuncia el año pasado para ser sucedido por su hijo. A Wang también se le concedió una audiencia real con el rey Norodom Sihamoni.
Hun Manet no ha dado señales de desviarse de la política exterior pro-Beijing de su padre. En agosto de 2023, Wang visitó Camboya pocos días después que Hun Sen anunciara su dimisión como primer ministro en favor de su hijo mayor.
El apoyo de Beijing permite a Camboya ignorar las preocupaciones de Occidente sobre su pobre historial en materia de derechos humanos y políticos y, a cambio, Camboya generalmente apoya las posturas de Beijing en cuestiones de política exterior, como sus reclamos territoriales en el Mar del Sur de China.
By Por SOPHENG CHEANG
Associated Press