
Un anciano de 86 años que conducía su minivan en retroceso causó un arrollamiento fatal en Coney Island, Brooklyn, que dejó una mujer de 89 años muerta y otras dos personas heridas. El accidente ocurrió este miércoles alrededor de las 12:30 p.m., en la intersección de West 22nd Street y Neptune Avenue, cuando el conductor, que según testigos sufrió un episodio médico mientras manejaba, perdió el control del vehículo y embistió a tres peatones que caminaban por la acera. La víctima fatal, una anciana de 89 años, fue trasladada de emergencia al NYU Langone Hospital Brooklyn, donde falleció a causa de las graves lesiones. Las otras dos víctimas, mujeres de 75 y 43 años, fueron hospitalizadas y se encontraban en estado estable hasta anoche, aunque sus identidades no han sido divulgadas por las autoridades.
El conductor, quien también fue trasladado al Maimonides Medical Center en estado grave pero estable, habría perdido el conocimiento momentos antes del impacto, según el testimonio de un testigo que presenció el accidente. «El hombre se desmayó y luego se despertó confundido, sin saber lo que había pasado», relató el testigo a los medios locales. La Policía de Nueva York (NYPD) investiga si el anciano padecía alguna condición médica que pudiera haber desencadenado el episodio, aunque aún no se ha determinado si enfrentará cargos. Este caso se suma a una serie de incidentes similares en la ciudad, donde conductores de avanzada edad han estado involucrados en accidentes fatales, muchos de ellos asociados a problemas de salud mientras manejaban.
El incidente de este miércoles en Coney Island no es un hecho aislado. En agosto de 2025, un anciano falleció y varias personas resultaron heridas cuando una conductora de 69 años estrelló su vehículo contra un gimnasio Planet Fitness en Elizabeth, Nueva Jersey. En julio de 2024, un autobús de la MTA se estrelló contra un local de Burger King en Brooklyn, después de que su conductor, aparentemente, sufriera un problema médico en las primeras horas de la madrugada. Y en abril de 2024, cinco personas resultaron heridas cuando un conductor de 89 años perdió el control de su Mercedes de lujo tras sufrir un episodio médico en el mismo distrito. Estos eventos han reabierto el debate sobre la seguridad vial y la capacidad de los conductores mayores para operar vehículos de manera segura, especialmente en zonas urbanas con alto flujo peatonal.
Las autoridades neoyorquinas han insistido en su política de cero tolerancia hacia conductores que manejen a exceso de velocidad, bajo los efectos de sustancias tóxicas, o que violen las normas de tránsito. Sin embargo, casos como este plantean un desafío adicional: cómo garantizar la seguridad en las calles cuando los accidentes son provocados por problemas de salud de los conductores, en una ciudad con una población cada vez más envejecida. Expertos en movilidad urbana han sugerido la implementación de evaluaciones médicas más estrictas para conductores de avanzada edad, así como el uso de tecnologías de asistencia al conductor que puedan prevenir tragedias como esta. Mientras tanto, la comunidad de Coney Island se encuentra consternada por el accidente, que ha dejado a una familia en duelo y a dos personas más luchando por recuperarse de sus lesiones.
Este trágico suceso ha puesto de manifiesto una problemática recurrente en las calles de Nueva York: la falta de mecanismos efectivos para evitar que conductores con condiciones médicas riesgosas sigan al volante. Aunque las campañas de concientización y los controles de tránsito se han intensificado, incidentes como este demuestran que aún hay vacíos legales y operativos que deben ser abordados. La Policía de Nueva York ha hecho un llamado a los ciudadanos para que reporten cualquier comportamiento sospechoso en la vía, especialmente cuando se trata de conductores que parecen desorientados o con dificultades para manejar. La tragedia de este miércoles subraya la urgencia de revisar las políticas de licencia de conducir para adultos mayores, con el objetivo de prevenir futuras pérdidas de vidas en las calles de la ciudad.