
El expresidente Donald Trump ha lanzado duras críticas contra miembros de su propio partido que han cuestionado su vinculación con el caso de Jeffrey Epstein. En sus publicaciones en Truth Social, Trump ha acusado a estos republicanos de ser «desleales» y de seguir narrativas impulsadas por los demócratas.
«Ciertos republicanos cobardes están comprando la mentira del caso Epstein», escribió Trump, sugiriendo que las insinuaciones sobre una relación inapropiada con Epstein son parte de una «caza de brujas» para desacreditar su movimiento. El senador Ben Sasse ha sido uno de los críticos más destacados, pidiendo una investigación independiente sobre las conexiones de Epstein con figuras del poder.
La respuesta de Trump no se hizo esperar, acusando a Sasse de «traicionar al partido y al pueblo estadounidense». Otros legisladores, como la congresista Marjorie Taylor Greene, han salido en defensa de Trump, calificando las críticas como «infundadas y calculadas».
Este conflicto interno dentro del Partido Republicano refleja una división creciente entre los que apoyan incondicionalmente a Trump y aquellos que buscan distanciarse de las controversias que lo rodean. A pesar de los escándalos, Trump continúa liderando las encuestas dentro del partido, lo que demuestra la lealtad de su base de votantes conservadores.