El precio de la energía a casi cero puede ser un sueño para los consumidores, pero esconde ineficiencias de la red.
Europa necesita mejores infraestructuras para gestionar la sobreproducción de energías renovables.
Europa está instalando más capacidad de energía eólica y solar que Estados Unidos, lo que ha generado un problema inusual: electricidad demasiado barata.
El caso de España. En España, el sol brilla intensamente entre las 11 de la mañana y las 7 de la tarde, por lo que los precios de la energía en el mercado mayorista pueden desplomarse a cero o incluso a negativo.
Un ejemplo extremo fue el de abril, un mes precedido por fuertes lluvias en el que la demanda de electricidad quedó cubierta durante muchos momentos por la generación hidroeléctrica, eólica y solar.
El caso de Alemania. Alemania no es un país conocido por sus días soleados, pero también ha visto precios negativos en horas específicas del día gracias a su abundancia en energía eólica terrestre y marina.
Después de años duros por el precio del gas tras la invasión de Ucrania, los precios mayoristas fueron negativos durante 301 de las 8.760 horas comerciales de 2023 en el mercado alemán. La cuota de energías renovables de Alemania es del 51,8%.
Una energía intermitente. La energía a coste cero puede ser un sueño hecho realidad para los consumidores, pero representa un dilema enorme para los reguladores europeos. Aunque Europa esté produciendo más energía renovable que nunca, no la está utilizando de forma eficiente.
La energía eólica y solar no son constantes ni totalmente previsibles, lo que resulta en periodos de exceso de generación. Europa no está aprovechando ese excedente de energía, por lo que tiene que compensarlo encendiendo centrales de gas y otras fuentes de energía capaces de ajustar su producción en tiempo real.
El lado malo de la luz barata. Con la demanda cubierta en muchos momentos por las renovables, pero incapaz de aprovechar un creciente excedente, Europa está viendo por un lado cómo se reducen los precios de la energía en el mercado mayorista y por otro cómo se reducen las ganancias de los inversores de la industria eólica y solar.
En Alemania, la tasa de captura de los paneles solares (la relación entre el precio que obtiene un productor de energía renovable por su electricidad y el precio promedio de la electricidad en el mercado mayorista) cayó del 80% hace tres años al 50% en el mes de mayo.
Tres grandes soluciones. Hay tres formas de atacar este problema para aprovechar mejor la energía: mejorar la interconexión de la red eléctrica, desplazar la demanda a horas de abundancia energética y almacenar el exceso de la energía para su uso en horas posteriores. No es un camino de rosas:
Mejorar la interconexión de redes podría aprovechar 42 teravatios-hora de electricidad que de otro modo se desperdiciarían, pero ampliar la red produce reticencias locales y aumenta los costes
Mover fuentes de demanda flexibles, como la carga de vehículos eléctricos, a horas de abundancia de energía requiere medidores inteligentes, cuya instalación avanza en muchos países, pero más lentamente de lo que avanza la expansión de las renovables.
Por último, proyectos de almacenamiento para aumentar la flexibilidad de la red, ya sea con baterías de litio a gran escala o mediante instalaciones de almacenamiento a largo plazo en baterías de arena, como se está probando en Filandia, y baterías hidroeléctricas, como se proyecta en embalses de España.
Una cuestión de incentivos. Como todos los grandes proyectos, necesitan grandes incentivos, especialmente si se acaban extendiendo a los consumidores. Un incentivo para almacenar energía en vehículos eléctricos podría hacer que los consumidores ayudaran a absorber el excedente de energía en sus coches.
Matías S. Zavia