Los Toros del Este volvieron a demostrar su fuerza y consistencia al golear 10-3 a las Águilas Cibaeñas en un partido donde Aaron Sánchez fue imparable desde el montículo y Bryan De La Cruz lideró el ataque con un jonrón de tres carreras y cuatro remolcadas. El juego, celebrado en el Estadio Francisco A. Micheli, fue una exhibición de béisbol de alto nivel que dejó en claro por qué La Romana es uno de los equipos más temidos de la liga.
Desde el primer inning, los Toros tomaron el control del juego. Sánchez, quien ha sido una pieza clave en la rotación, lanzó siete entradas dominantes, permitiendo solo dos carreras y manteniendo a las Águilas sin oportunidades claras de remontar. «Mi enfoque fue mantener la calma y confiar en que mis compañeros iban a responder con el bate. Sabía que si les daba la oportunidad, iban a hacer daño», comentó el lanzador después del partido, con la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Pero si Sánchez fue el cimiento desde el montículo, la ofensiva de los Toros fue simplemente abrumadora. Bryan De La Cruz, en una noche inspirada, conectó un jonrón de tres carreras en la tercera entrada que no solo puso a su equipo adelante en el marcador, sino que también desmoralizó a las Águilas. De La Cruz, quien terminó la noche con cuatro carreras remolcadas, demostró una vez más por qué es uno de los bateadores más peligrosos del torneo. «Cuando conecté el jonrón, sentí que era el momento para tomar el control del juego. El equipo necesitaba ese impulso, y pudimos dárselo», declaró el jardinero, quien fue ovacionado por los aficionados cada vez que salía al plato.
El ataque de los Toros no se detuvo ahí. En la cuarta entrada, una combinación de hits, errores defensivos y un doble de Yefri Pérez permitió que La Romana anotara cuatro carreras más, poniendo el partido 8-1 y dejando a las Águilas sin respuestas. La Romana no solo bateó con poder, sino que también ejecutó en las situaciones clave, algo que ha sido una constante en su temporada.
Para las Águilas, la derrota es un revés doloroso en un momento donde buscaban consolidarse en la tabla. Aunque lograron anotar tres carreras, su pitcheo no pudo contener la ofensiva de los Toros, y su defensa, aunque no cometió errores garrafales, no logró hacer las jugadas decisivas cuando más se necesitaban. «No pudimos frenar su ofensiva. Cuando un equipo como los Toros se pone en ritmo, es difícil pararlos», admitió el mánager de las Águilas, quien reconoció que su equipo tendrá que ajustar su estrategia si quiere competir de igual a igual con los mejores del torneo.
El ambiente en el estadio fue eléctrico desde el primer inning. Los aficionados de los Toros, conocidos por su pasión y apoyo incondicional, celebraron cada hit, cada carrera y cada jugada defensiva como si fuera la final. La victoria no solo es un triunfo más en el torneo, sino también un mensaje de fuerza y unidad para un equipo que aspira a grandes cosas esta temporada.
Con este resultado, los Toros del Este refuerzan su posición como uno de los favoritos para llegar lejos en los playoffs. Su combinación de pitcheo sólido y ofensiva explosiva los convierte en un rival temible para cualquier equipo. Mientras tanto, las Águilas tendrán que recomponerse rápidamente si no quieren quedarse atrás en la pelea por la clasificación.

