El gobierno de Donald Trump ha endurecido las reglas migratorias de Estados Unidos con una nueva directriz que considera inelegibles para la residencia permanente a los extranjeros con problemas de salud, como la obesidad, o aquellos cuya edad avanzada pueda convertirlos en una carga pública para el sistema de salud del país. La medida, revelada por KFF Health News, instruye a las embajadas y consulados a evaluar condiciones médicas que podrían generar costos elevados, como diabetes, hipertensión, apnea del sueño y enfermedades cardiovasculares, muchas de ellas vinculadas al sobrepeso.
Esta política, emitida por el Departamento de Estado, revive y amplía una normativa que había sido flexibilizada durante la administración de Joe Biden (2021-2025), pero que ahora regresa con mayor rigor bajo el segundo mandato de Trump. Además de afectar a los solicitantes principales, la orden también exige que se analice la salud de los familiares directos, incluyendo hijos y padres mayores, cuyo estado médico podría implicar un gasto significativo para los programas de asistencia pública.
¿Qué Establece la Nueva Directriz?
La guía enviada a embajadas y consulados detalla que los funcionarios deben:
- Evaluar el estado de salud del solicitante:
- Se analizarán enfermedades crónicas como obesidad, diabetes, hipertensión y afecciones respiratorias, que requieran tratamiento costoso y prolongado.
- La obesidad es señalada como un factor de riesgo para desarrollar complicaciones médicas que generen altos costos para el sistema de salud.
- Considerar la edad del inmigrante:
- Personas de edad avanzada podrían ser vistas como una potencial carga pública, especialmente si requieren asistencia médica o social.
- Verificar la solvencia económica del solicitante:
- Se exigirá que los inmigrantes demuestren que tienen recursos suficientes para cubrir sus gastos médicos sin depender de programas gubernamentales.
- Extender el análisis a la familia del solicitante:
- La salud de hijos o padres mayores también será evaluada, ya que sus condiciones podrían derivar en costos adicionales para el Estado.
Contexto Histórico: El Vaivén de las Políticas Migratorias en EE.UU.
Esta medida no es nueva, pero su reactivación bajo Trump marca un retroceso en las políticas más flexibles de la era Biden. Un recorrido por su evolución:
1. Administración Obama (2009-2017):
- Las evaluaciones médicas existían, pero con un enfoque menos restrictivo.
- La «carga pública» se interpretaba de manera más flexible, priorizando la reunificación familiar.
2. Primera Administración Trump (2017-2021):
- Se endurecieron los criterios para considerar a un inmigrante como «carga pública».
- Se amplió la lista de programas de asistencia que podían descalificar a un solicitante.
- La política fue criticada por discriminar a personas de bajos recursos y con problemas de salud.
3. Administración Biden (2021-2025):
- Se revertieron muchas restricciones de la era Trump.
- Se adoptó un enfoque más humano, eliminando barreras para personas con condiciones médicas.
4. Segunda Administración Trump (2025-):
- Se reinsta la política de «carga pública» con criterios más estrictos.
- Se amplía la lista de condiciones médicas que pueden descalificar a un solicitante.
- Se exige mayor solvencia económica para evitar que los inmigrantes dependan de ayuda gubernamental.
Enfermedades que Pueden Impedir la Residencia
La directriz menciona expresamente varias condiciones que podrían llevar a la denegación de la visa:
- Obesidad: Por su asociación con diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
- Diabetes: Requiere tratamiento continuo y costoso.
- Enfermedades cardiovasculares: Como hipertensión o insuficiencia cardíaca.
- Enfermedades respiratorias crónicas: Como asma severa o EPOC.
- Enfermedades renales: Que requieren diálisis o trasplantes.
Además, se considera el estado de salud de:
- Hijos con discapacidades o enfermedades crónicas.
- Padres mayores que puedan necesitar cuidados costosos.
Impacto en Miles de Familias Inmigrantes
Esta medida afectará a miles de solicitantes que buscan reunificarse con sus familias en EE.UU.:
- Familias con miembros enfermos:
- Podrían ser rechazadas si sus condiciones médicas son consideradas una carga para el sistema.
- Personas mayores:
- Enfrentarán mayores obstáculos, incluso si tienen apoyo familiar en el país.
- Inmigrantes con obesidad:
- Una condición que afecta a millones, ahora es un impedimento para la residencia.
- Inmigrantes de bajos recursos:
- Aquellos que no puedan probar solvencia económica serán automáticamente excluidos.
Críticas y Controversias
La medida ha generado rechazo generalizado de organizaciones de derechos humanos, grupos de inmigrantes y expertos en salud pública:
- Discriminación por salud:
- Activistas denuncian que estigmatiza a personas con enfermedades crónicas o discapacidades.
- Separación de familias:
- Muchas podrían quedar divididas si un miembro tiene una condición médica «inelegible».
- Falta de consideración del contexto:
- No se toma en cuenta que muchos inmigrantes contribuyen económicamente al país a través de impuestos y trabajo.
- Precedente peligroso:
- Podría inspirar políticas similares en otros países, criminalizando la pobreza y la enfermedad.
¿Qué Pueden Hacer los Afectados?
Los solicitantes de residencia permanente pueden tomar las siguientes medidas:
- Realizar una evaluación médica previa:
- Consultar con un médico especializado en inmigración para identificar posibles condiciones de riesgo.
- Demostrar solvencia económica:
- Presentar pruebas de ingresos, ahorros o patrocinadores que garanticen que no serán una carga pública.
- Buscar asesoría legal:
- Un abogado de inmigración puede ayudar a presentar la solicitud de manera estratégica.
- Explorar visas alternativas:
- Algunas visas, como las de trabajo o inversión, tienen requisitos diferentes y podrían ser una opción viable.
Reacciones Internacionales
La medida ha generado rechazo en varios países, especialmente en aquellos con fuertes lazos migratorios con EE.UU.:
- México y Centroamérica: Preocupación por el impacto en sus ciudadanos.
- Europa: Críticas por considerar que viola derechos humanos.
- Organizaciones de derechos humanos: Denuncian que la política es discriminatoria y desproporcionada.
Comparación con Otras Políticas Migratorias de Trump
PolíticaObjetivoImpacto
Prohibición por obesidad
Evitar gastos médicos en inmigrantes.
Afecta a miles con condiciones crónicas.
«Carga pública» reforzada
Limitar acceso a beneficios sociales.
Dificulta residencia para familias pobres.
Restricciones a visas de trabajo
Priorizar empleos para ciudadanos.
Reduce oportunidades para extranjeros.
Mayor escrutinio consular
Detectar fraudes o condiciones no declaradas.
Aumenta rechazos y tiempos de espera.
Posibles Escenarios Futuros
- Demandas legales:
- Organizaciones de derechos humanos podrían impugnar la medida en los tribunales.
- Presión internacional:
- Países con fuertes lazos migratorios podrían ejercer presión diplomática para modificar la política.
- Cambio en futuras administraciones:
- Si en 2028 gana un candidato con una visión más flexible, esta directriz podría ser revertida.
- Adaptación de los solicitantes:
- Muchos inmigrantes podrían optar por mejorar su condición física o económica antes de aplicar.
Conclusión: Una Política que Prioriza el Costo sobre la Humanidad
La nueva directriz del gobierno de Trump refleja una visión restrictiva y deshumanizante de la inmigración, donde condiciones de salud comunes —como la obesidad— se convierten en barreras insalvables para obtener la residencia permanente. En lugar de reconocer el aporte de los inmigrantes a la economía y la sociedad, la política los trata como potenciales cargas, ignorando su dignidad y derechos fundamentales.
En un mundo donde la movilidad y la globalización son cada vez más necesarias, medidas como esta ponen en riesgo el principio de que todos merecen oportunidades, sin importar su edad o condición de salud. Mientras el debate sobre la carga pública continúa, lo claro es que esta política marca un retroceso en la historia migratoria de EE.UU., donde la compasión y la justicia parecen haber quedado en un segundo plano frente a consideraciones económicas.

