«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalece; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.»
Este poderoso versículo de Isaías nos ofrece una profunda promesa de Dios: no importa cuán grandes sean los desafíos o temores que enfrentemos, Él siempre está a nuestro lado. A menudo, la vida puede traer momentos de incertidumbre o debilidad, pero en esos momentos, Dios nos llama a no tener miedo. Nos asegura que Él es nuestra fuente de fortaleza y que nunca nos abandonará. Su presencia constante es un recordatorio de que, aunque las dificultades sean inevitables, no estamos solos para enfrentarlas.
Además, este versículo subraya la promesa de Dios de ayudarnos y sostenernos en cada situación. Cuando confiamos en Su justicia y poder, podemos enfrentar las adversidades con una nueva perspectiva, sabiendo que contamos con Su apoyo incondicional. Este mensaje de aliento no solo nos fortalece en los momentos difíciles, sino que también nos inspira a caminar con confianza, sabiendo que Dios guía cada uno de nuestros pasos.