
«Dios es nuestro lugar seguro y fuerte. Él nos ayuda cuando tenemos problemas. Por eso no tenemos que tener miedo, aunque todo a nuestro alrededor parezca un desastre» (Salmos 46:1-2, versión para niños).
Situaciones familiares donde aplicar este salmo:
- Mudanzas o cambios de escuela (que generan ansiedad en los niños).
- Enfermedades en la familia (ej.: un padre/madre hospitalizado).
- Conflictos entre hermanos o con amigos.
- Noticias alarmantes (guerras, desastres naturales) que asusten a los niños.
Tres actividades para enseñar este salmo en casa:
- Construyan un «refugio» físico:
- Usa sillas, mantas y cojines para crear un «fuerte» en el salón. Mientras lo construyen, explíquenles que Dios es como ese refugio: fuerte, seguro y siempre disponible.
- Versículo para memorizar: «Dios es mi refugio» (Salmos 46:1). Pídanles que lo repitan cada vez que entren a su «fuerte».
- Juego de «¿Qué harías si…?»:
- Planteen situaciones hipotéticas:
- «¿Qué harías si te asustas en una tormenta?» → Respuesta: «Recordaría que Dios es mi refugio».
- «¿Qué harías si un amigo te hace sentir mal?» → Respuesta: «Le diría a Dios en oración y confiaría en Él».
- Base bíblica: Usen ejemplos como Daniel en el foso de los leones (Daniel 6) o los tres jóvenes en el horno de fuego (Daniel 3).
- Planteen situaciones hipotéticas:
- Caja de «Promesas de Dios»:
- Decoren una caja y llenenla con tarjetas que digan:
- «Cuando tengo miedo, Dios es mi fortaleza» (Salmos 46:1).
- «Dios nunca me dejará solo» (Deuteronomio 31:6).
- En momentos de estrés (ej.: antes de un examen), saquen una tarjeta y léanla en familia.
- Decoren una caja y llenenla con tarjetas que digan:
Historia bíblica para contar: Elías y el terremoto (1 Reyes 19:11-12): Dios no estaba en el viento fuerte, el terremoto o el fuego, sino en el susurro apacible. Enséñeles que, aunque el mundo parezca caótico, Dios habla en paz a quienes confían en Él.
Oración familiar: «Padre, gracias por ser nuestro refugio. Ayúdanos a enseñar a [nombres de los hijos] que, aunque a veces las cosas den miedo, Tú siempre estás con nosotros. Danos sabiduría para guiarlos a Ti en cada situación. En el nombre de Jesús, amén.»