Los restaurantes usan sus menús como una herramienta de marketing diseñada para influir en nuestras decisiones de compra y asegurar la rentabilidad del negocio
Para el restaurante, el menú es una herramienta de marketing diseñada para influir en nuestras decisiones de compra y asegurar la rentabilidad del negocio. El reto para el restaurantero es crear un menú que nos motive a pedir ciertos platillos de manera sutil, sin que esto afecte la experiencia de la cena.
Una de las estrategias psicológicas que utilizan los restaurantes para orientar nuestro gasto es eliminar el signo de dólar de los precios en el menú.
Todos sabemos que los signos de dólar representan dinero, y si vemos este símbolo repetidamente al lado de cada producto mientras examinamos las opciones, nos recuerda que estamos a punto de gastar dinero, y posiblemente mucho.
Sin los signos de dólar, aunque entendemos que esos números al lado de cada platillo indican su costo, la presentación del precio es más sutil y mantiene nuestro enfoque en la experiencia más que en el costo de la misma.
Los restaurantes han utilizado estrategias psicológicas desde hace tiempo para incentivar a los clientes a gastar más libremente.
Por ejemplo, un menú presentado en una cubierta de cuero ha sido tradicionalmente un indicativo de lujo, sugiriendo que, aunque los platillos listados pueden ser costosos, valen la pena.
Del mismo modo, una tipografía elaborada en las páginas del menú puede indicar que son para una ocasión especial, justificando así su precio, mientras que una fuente simple en el menú de un restaurante familiar da la impresión de que es lo suficientemente accesible como para visitarlo muy seguido.
Conceptos como estos se han empleado más deliberadamente en tiempos recientes con la aparición de la ingeniería de menús.
La ingeniería de menús implica utilizar un análisis detallado de los datos de ventas para diseñar menús que maximicen las ganancias.
Ahora, con la digitalización de los menús, los restaurantes pueden encontrar nuevas formas de innovar para prosperar.
Y es que los menús digitales pueden actualizarse instantáneamente, con cambios de precios en tiempo real que reflejan los costos variables de alimentos del restaurante.
La precisión en los pedidos aumenta porque los clientes ingresan directamente sus selecciones, y con los meseros estando libres de tomar pedidos, pueden proporcionar más comodidad a los clientes de otras maneras.
Por Raúl Rodríguez Cota