
Catherine Rodríguez, una joven de 24 años, fue raptada por su expareja, Aneudis, en Las Matas de Santa Cruz, provincia de Monte Cristi, apenas días después de que el agresor saliera de prisión, donde cumplía una medida de coerción por agresiones previas contra Rodríguez. El secuestro ocurrió en el lugar de trabajo de la víctima, una banca de lotería, donde Aneudis llegó acompañado de otro hombre, la agredió físicamente y la llevó a la fuerza en una motocicleta. Un video de vigilancia, que ya circula en redes sociales, muestra el momento en que Rodríguez es golpeada y secuestrada, generando indignación y preocupación en la comunidad.
El video muestra a Aneudis, vestido con un t-shirt azul y pantalón jeans, junto a su cómplice, quien lleva una camiseta crema con negro y pantalón azul jeans. Rodríguez, quien vestía una blusa rosada y pantalón jeans, fue subida a la fuerza a la motocicleta, mientras los presentes observaban con impotencia. Los familiares de Rodríguez han expresado su desesperación y han hecho un llamado urgente a las autoridades para que agilicen la búsqueda, temiendo por la integridad física de la joven. «Las autoridades deben actuar ahora. No podemos permitir que otra mujer sufra por la negligencia del sistema», declaró un familiar cercano.
Este caso ha reavivado el debate sobre la efectividad del sistema judicial dominicano en la protección de las mujeres víctimas de violencia. La comunidad de Las Matas de Santa Cruz ha mostrado su indignación por la liberación de Aneudis, quien, a pesar de sus antecedentes de violencia, fue puesto en libertad sin medidas de supervisión adecuadas. Las autoridades han iniciado una búsqueda intensiva, pero hasta el momento no han logrado localizar ni a Rodríguez ni a su agresor, lo que aumenta la preocupación por su seguridad.
La violencia de género sigue siendo un problema crítico en República Dominicana, y casos como este evidencian las fallas en la protección de las víctimas. La comunidad exige acciones inmediatas para garantizar la seguridad de Rodríguez y evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. Además, se ha hecho un llamado a las autoridades para que revisen los protocolos de liberación de agresores con antecedentes de violencia, asegurando que no queden en libertad sin un seguimiento riguroso.